La convicción que el Espíritu Santo da al pecador:
El Espíritu Santo es quien redarguye a la persona y le muestra su condición delante de pecador delante de Dios, el pecador siente vergüenza, dolor por su pecado y se arrepiente y se vuelve a Dios clamando el perdón divino y reconocimiento que se es pecador. (Isaías 6:5)
El gozo del perdón:
La expectación de juicio, es decir, la incertidumbre del castigo divino que siente el pecador antes de su arrepentimiento, cuando el Espíritu Santo trata con la persona, lo lleva a que tenga un encuentro personal con Cristo, siente arrepentimiento genuino y vuelve su corazón a Dios, es ahí cuando experimenta el gozo que otorga el perdón de Dios. Un ejemplo significativo del perdón de Dios, se puede encontrar en el Salmo 32, cuando el Rey David confiesa ante Dios su pecado y experimenta el gozo del perdón.(Salmos 51:8-12)
El gozo que produce la seguridad de salvación:
: Este gozo que produce la seguridad de la salvación, se experimenta cuando se ha tenido un nacimiento de nuevo del agua y del espíritu, se ve reflejado en la nueva actitud del creyente, donde el Espíritu Santo es quien toma el control de su vida, y camina conforme a la Palabra de Dios y no a los deseos de la carne (pecado), siente la alegría que sus pecados fueron perdonados y que Cristo fue quien pagó el precio que merecía por sus pecados, que él ya está libre de toda condenación, por lo tanto, experimenta es la seguridad de su salvación.
Hechos 8:39: “Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino”.
El gozo que se experimenta por la palabra de Dios:
El Nuevo creyente no solo experimenta gozo por su conversión, gozo por la seguridad de su salvación, sino además experimenta gozo por la Palabra de Dios; el refugiarse en la Palabra de Dios, escrudiñarla, reconocer las promesas que Dios tiene para sus hijos a través de su palabra, produce en el corazón del creyente un gozo inefable.
Jeremías 15:16 “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos”.